Hablar de ti sin nervios: cómo presentarte con naturalidad en una entrevista
18/09/2025
Hablar de ti en una entrevista puede parecer lo más difícil del proceso de selección. A veces no sabes por dónde empezar, te quedas en blanco o repites una frase tan ensayada que ya no suena a ti. La buena noticia es que no necesitas un discurso perfecto, sino una manera clara y natural de presentarte.
En este artículo verás cómo explicar quién eres, qué sabes hacer y qué te motiva, sin memorizar textos y sin sentir que te falta el aire.
1. Empieza por lo más fácil: quién eres
Presentarte no significa contar toda tu vida. Una frase breve es suficiente para empezar con seguridad.
Algunos ejemplos sencillos:
- «Soy María y tengo experiencia en atención al cliente.»
- «Soy Carlos y he trabajado como auxiliar administrativo.»
- «Estoy empezando, pero tengo formación en…»
- «Busco una oportunidad para crecer y aprender.»
Tu presentación es una puerta de entrada, no un examen. Empieza simple y avanza poco a poco.
2. Continúa con lo que sabes hacer
Esta es la parte que más nervios suele generar. ¿Qué digo? ¿Y si no es suficiente? Para evitar bloquearte, nombra dos o tres habilidades reales que puedas demostrar:
- «Soy una persona organizada y me gusta el orden.»
- «Aprendo rápido cuando me explican algo paso a paso.»
- «Tengo paciencia y se me da bien resolver dudas.»
- «Me tomo en serio la puntualidad y el cumplimiento de horarios.»
Si tienes una discapacidad, este apartado es una buena oportunidad para destacar tus capacidades, no tus limitaciones. Habla de lo que sí sabes hacer.
3. Termina con lo que te motiva
La motivación marca la diferencia. No necesitas frases complicadas; basta con explicar por qué te interesa ese trabajo o sector.
Algunos ejemplos:
- «Me interesa este puesto porque quiero seguir aprendiendo.»
- «Me gustaría trabajar aquí porque me atrae el trato con las personas.»
- «Busco un empleo estable donde pueda aportar y crecer.»
Con estas frases finales tu presentación queda más completa y natural.
4. Ejemplos reales de presentación sencilla
Aquí tienes tres modelos que puedes adaptar a tu forma de hablar y a tu situación.
Ejemplo 1 — Con experiencia
«Soy Ana y he trabajado varios años en limpieza. Soy responsable y organizada. Este trabajo me interesa porque quiero seguir creciendo en un equipo estable.»
Ejemplo 2 — Con poca experiencia
«Soy Marcos, acabo de terminar un curso de auxiliar de almacén. Me considero puntual y aprendo rápido. Me interesa este puesto para mejorar mis habilidades y trabajar en logística.»
Ejemplo 3 — Cambio de sector
«Soy Laura, he trabajado en hostelería, pero ahora quiero dedicarme a la atención al cliente. Soy paciente, me gusta ayudar y creo que este puesto es una buena oportunidad para aportar y aprender.»
5. No memorices tu presentación: entiende la estructura
Cuando memorizas palabra por palabra, tu voz suena rígida y artificial. Cuando entiendes la estructura, sonas más natural.
La estructura básica es esta:
- Quién eres.
- Qué sabes hacer.
- Qué te motiva.
Nada más. Con esto puedes crear un discurso honesto, claro y fácil de recordar.
6. Prueba práctica: grábate 30 segundos
Un ejercicio muy útil es grabar tu presentación con el móvil. No tienes que hacerlo perfecto ni enseñarlo a nadie; es solo para ti.
Te ayuda a:
- controlar la velocidad,
- evitar frases muy largas,
- ganar naturalidad,
- escucharte con más calma.
Practicar te dará seguridad sin necesidad de memorizar.
7. Cómo calmar los nervios antes de presentarte
Es normal sentir nervios al hablar de ti. No es falta de preparación: es emoción y ganas de hacerlo bien. Aquí tienes consejos sencillos para tranquilizarte antes o durante la entrevista.
1) Respira despacio durante 10 segundos
Respira contando 4, aguanta 2, suelta el aire contando 6. Hazlo tres veces para bajar la tensión.
2) Prepara solo tu primera frase
Los nervios suelen aparecer al empezar. Si tienes clara tu primera frase, el resto fluye.
Por ejemplo:
- «Soy Ana y tengo experiencia en…»
- «Soy Luis, acabo de terminar…»
3) No intentes sonar perfecto
La perfección te hace parecer rígido. La naturalidad aparece cuando entiendes lo que quieres decir, no cuando recitas de memoria.
4) Habla más despacio de lo normal
Cuando estás nervioso, hablas rápido. Reduce un poco la velocidad y usa frases cortas.
5) Mantén una postura estable
Apoya los pies en el suelo y la espalda en el respaldo. Esto te ayuda a reducir la tensión del cuerpo.
6) Mira a la persona, no al suelo
No necesitas mirar fijamente. Con mirar a la cara de vez en cuando es suficiente.
7) Recuerda que no es un examen
La entrevista es una conversación para conocerte, no un juicio. No tienes que demostrar perfección, sino claridad.
8) Usa una frase que tranquiliza mucho
Antes de entrar o conectarte a la videollamada, repite:
«No tengo que hacerlo perfecto. Solo tengo que ser claro y honesto».
Ayuda más de lo que imaginas.
Presentarte no es repetir un texto ensayado. Es contar quién eres, qué puedes aportar y por qué te interesa el trabajo de una forma sencilla y sincera. La naturalidad se entrena, y cuanto más practiques tu presentación, más seguridad sentirás en tus entrevistas.
Comentarios
No te pierdas nada
Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe las últimas ofertas y noticias publicadas