No todas las ofertas son para ti (y está bien reconocerlo)

29/10/2025

Cuando buscas empleo es habitual pensar que hay que apuntarse a todo.

Buscar empleo no es solo «que te elijan». También es elegir tú.

No todas las ofertas juegan a tu favor

Hay ofertas que, aunque suenen bien, no encajan con tu momento vital, tu energía o tu forma de trabajar. Y eso no significa que no valgas o que estés renunciando a oportunidades.

Significa que te estás cuidando.

Por ejemplo, pueden ser ofertas con:

• horarios imposibles para ti;
• tareas que sabes que te bloquean o te desgastan mucho;
• ambientes muy rápidos o desorganizados cuando necesitas más estructura;
• descripciones poco claras o demasiado exigentes desde el inicio.

Reconocer esto a tiempo ahorra muchas entrevistas frustrantes y mucho desgaste emocional.

Apuntarte a todo también tiene un coste

Cada candidatura implica tiempo, ilusión y esperanza. Cuando envías muchas a lugares que no encajan, es fácil que aparezcan pensamientos como:

• «nunca me llaman»;
• «no soy suficiente»;
• «algo hago mal».

Y muchas veces no es así. Simplemente no estabas en el lugar adecuado.

Elegir mejor a qué te presentas también es una habilidad.

Señales de que una oferta quizá no es para ti

Antes de postular, puedes hacerte estas preguntas:

• ¿Entiendo bien qué voy a hacer en este puesto?
• ¿Puedo imaginarme haciendo estas tareas cada día?
• ¿El horario y el ritmo encajan con mi situación actual?
• ¿Lo que pide la oferta se ajusta a lo que puedo ofrecer ahora?

Si la mayoría de respuestas son «no» o «no lo tengo claro», quizá no pasa nada por dejarla pasar.

Elegir no es rendirse

Decidir no presentarte a una oferta no es rendirse. Es reservar tu energía para opciones que tengan más sentido para ti.

Buscar empleo puede ser un camino largo para muchas personas. Cuidarte durante ese proceso también forma parte del trabajo.