Diciembre no es tiempo perdido para la empresa: es momento de cuidar el vínculo con el talento

25/11/2025

Diciembre suele vivirse en las empresas como un mes raro. Se cierran asuntos, bajan algunos ritmos y muchos procesos de contratación se paran o se alargan.

Pero que no haya incorporaciones inmediatas no significa que no esté pasando nada importante. Para muchas personas candidatas, este es un momento de espera, de dudas y de expectativas.

El silencio también comunica

Cuando una candidatura no recibe respuesta durante semanas, el mensaje que llega no siempre es neutro. Aunque no sea la intención de la empresa, el silencio puede interpretarse como desinterés, desorganización o falta de cuidado.

En diciembre, esta sensación se intensifica. Por eso, una breve comunicación vale más que una espera interminable.

Qué sí puede hacer una empresa en diciembre

Cuidar el vínculo no requiere grandes recursos ni mensajes elaborados. A veces basta con pequeñas acciones claras:

Por ejemplo, informar de que el proceso se retomará en enero, cerrar candidaturas que ya no siguen adelante o explicar los plazos reales, aunque sean largos. Esto reduce la incertidumbre y transmite profesionalidad.

Otra buena práctica es revisar que los mensajes sean comprensibles y accesibles: lenguaje claro, instrucciones sencillas y contacto para dudas. Esto es especialmente importante en procesos inclusivos.

Las personas recuerdan cómo se les trató

Aunque no haya contratación, la experiencia permanece. Las personas recuerdan si se les explicó el proceso, si se les habló con respeto y si se tuvo en cuenta su tiempo.

Para muchas personas con discapacidad, un proceso claro y humano marca una diferencia real. No es solo una cuestión legal: es una cuestión de trato.

Pensar en enero empieza ahora

Cómo se cierran los procesos en diciembre impacta directamente en la confianza con la que se vuelven a abrir en enero. Las empresas que cuidan este momento suelen atraer talento más alineado y motivado.

Diciembre no es un mes en blanco. Es un buen momento para consolidar una forma de hacer las cosas más coherente, más humana y más inclusiva, incluso cuando no se contrata.